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miércoles, 20 de abril de 2011

Energía en movimiento = emoción

Como seres humanos, nosotros nos conectamos con la energía mediante nuestra intención. Cuando tenemos la intención de algo, o sea, queremos manifestar o crear, ponemos la energía en movimiento y ella nos responde.

Nosotros somos seres energéticos viviendo en un universo energético. 

Todo lo que hacemos y conocemos se ve afectado, influenciado, guiado por y creado con energía. 

Pero hay mucho más acerca de la energía de lo que estamos conscientes porque a menos que veamos una perspectiva diferente, nuestra experiencia está limitada a lo que conocemos en la tercera dimensión.

La energía existe, tiene la cualidad de ser y ésa es su única cualidad, aunque nosotros tendemos a darle más poder del que tiene en realidad. 

La forma en que podemos conocer y experimentar la energía depende de nuestra vibración energética y nuestra experiencia dimensional. 

La energía es más de lo que sentimos, es lo que somos. 

Y la emoción no es un sentimiento; es el movimiento de energía, el cual es la cualidad que ella expresa en la tercera dimensión.

En la primera dimensión nosotros conocemos la energía como luz y obscuridad; en la segunda como forma y materia. 

Pero en la primera y segunda dimensiones no hay movimiento, el cual se vuelve posible en la tercera dimensión, donde la energía puede convertirse, puede crear y tiene movimiento, al cual conocemos como resultado y experiencia, como 'sentimiento’.

Conectamos con la energía desde cualquier punto en el que estemos en nuestra experiencia de vida y la extensión de nuestra conexión es decidida por factores que incluyen nuestra vibración energética, la dimensión en la que existimos, nuestras creencias, pensamientos e historia, y la ubicación de nuestro centro emocional: en el corazón superior o en el inferior.

La energía está en constante movimiento, sin importar si estamos conscientes de su movimiento en nuestra vida o no, incluyendo cuando nos sentimos 'atorados'. 

No es posible para la energía permanecer quieta, al igual que no es posible para nosotros dejar de respirar conscientemente (podemos hacerlo hasta que nos desmayemos, cuando nuestro cuerpo comenzará a respirar por sí mismo). 

El movimiento de energía puede ser conocido en diferentes niveles, pero del que estamos más conscientes es el del centro del corazón, porque eso es como sentimos. 

Toda nuestra experiencia de la tercera dimensión es a través del sentir, y así es como usamos la energía, para hacernos 'sentir' algo, cómo juzgamos la energía y nuestra conexión a ella, y cómo evaluamos nuestro poder, dependiendo de si podemos cambiar nuestros sentimientos. 

Pero no importa cuán complicado hagamos el proceso, lo que estamos haciendo es simplemente trabajar con energía.

Es difícil para nosotros imaginar que la emoción no es nada más que el movimiento de energía debido a la poderosa relación que tenemos on ella. 

Las emociones nos impulsan, determinan nuestra experiencia de vida, afectan todas nuestras elecciones y mediante ellas decidimos qué vamos a hacer. 

¿Cuántos de nosotros usaríamos algo que sabemos nos va a hacer sentir mal en lugar de algo que nos va a hacer sentir bien? 

Aún cuando lo que nos va a hacer sentir mal es la mejor elección, nosotros vamos a elegir algo que tiene un resultado emocional positivo. 

Por ejemplo, si tenemos miedo de estar solos, nos quedaremos en una relación que no nos satisface aún cuando nuestra mejor elección es el salir de esa relación (dejarla), lo cual nos haría sentir mal porque sentiríamos temor de estar solos.

El ser capaces de elegir desde un lugar sin juzgar es la clave para limitar la influencia del ego y asegurar que estamos eligiendo desde nuestro corazón superior centrado en el espíritu en lugar del corazón inferior enfocado en el ego. 

En la tercera dimensión nosotros conectamos mediante nuestros sentimientos, enlazando las energías de las cuatro primeras chakras.

Pero cuando nuestro centro de sentimiento se encuentra en el corazón inferior, estamos centrados en el ego y nuestras emociones reflejan las vibraciones del ego. 

Cuando añadimos nuestra conexión al espíritu a nuestra vida y autoexperiencia, traemos la energía al corazón superior, lo cual nos permite entonces movernos más allá del sentimiento, a la cocreación, poniendo conscientemente la energía en movimiento estando plenamente conscientes de nuestras habilidades cocreativas y sabiendo cómo crear el resultado que deseamos. 

En el corazón superior reconocemos nuestra divinidad y nuestra experiencia dimensional avanza a reinos más elevados.

¿Qué tiene que ver esto con la forma en que vivimos nuestra vida? 

Todo, porque a nivel del ego no tenemos concepto de la maestría o la cocreación, no estamos conscientes del ‘ser’ o la naturaleza sensible o receptiva de la energía por lo que reaccionamos en lugar de iniciar la respuesta puesto que tenemos una relación adversaria con la energía, pensando que es un predispuesto juego de retos que debemos solventar, pues nuestra primera experiencia emocional es kármica. 

Y sin embargo, nada podría estar más lejos de la verdad porque la naturaleza de la energía es sensible, receptiva, y lo que sabemos mediante nuestra emociones es en realidad un espejo de nosotros mismo en algún punto de tiempo. 

Lo que sabemos sobre la energía y sentimos como emoción es ni más ni menos que el resultado de nuestra intención.

Como seres humanos, nosotros nos conectamos con la energía mediante nuestra intención. 

Cuando tenemos la intención de algo, o sea, queremos manifestar o crear, ponemos la energía en movimiento y ella nos responde. 

Pero en lugar de comenzar desde su posición más fuerte conectada a nuestro corazón superior, plenamente en nuestro poder, expresando nuestra divinidad y manifestando desde nuestra más elevada energía e intención, lo hacemos al revés. 

En lugar de tener la intención de obtener un resultado emocional, comenzamos a partir de un sentimiento que tenemos actualmente y tratamos de tener la intención de obtener un diferente resultado.

Así que empezamos con una emoción y luego juzgamos nuestra vida basándonos en esa emoción, sentando la intención de tener otra emoción en lugar de ésa.

La energía se moverá en la dirección que nuestra intención indique.

Por esta razón debemos aprender a apreciar, a asumir responsabilidad y estar agradecidos por cada experiencia porque solamente podemos avanzar hacia adelante, de gozo a más gozo, de amor a más amor, de paz a más paz. 

Cuando nos decimos a nosotros mismos cuánto odiamos nuestra experiencia actual, estamos poniendo nuestra energía en movimiento con sentimientos de odio, autocriticismo y juzgando, por lo que solamente podemos crear una cosa: más de lo que odiamos ahora. 

La gratitud crea una vibración más elevada, da cierre y expande la energía a una vibración más elevada.

Por supuesto debemos mantenernos sin ataduras a un resultado y estar listos a aceptar cualquier experiencia que nos trae lo que queremos experimentar, cosa difícil de hacer cuando nuestro corazón y mente están fijos en obtener un resultado en particular. 

Pero entonces estamos poniendo la energía en moviomiento a través de nuestro corazón inferior en lugar de nuestro corazón superior. 

El corazón inferior no puede actuar sin ataduras porque su primera prioridad es la gratificación y validación del ego, siempre buscando algo para validarse a sí mimo. Cuando nos juzgamos a nosotros mismos, el ego quiere validar eso.

Cuando nos amamos a nosotros mismos, ponemos la energía en movimiento, la cual nos traerá la gente y eventos que van a validar nuestro amor a nosotros mismos.

Lo que no sabemos acerca de la emoción es lo que nos previene verdaderamente de entrar a una vida que no conoce ilimitado gozo, abundante éxito y satisfacción a todo nivel. 

Nuestro conocimiento de la emoción es aprendido al través de vidas de experiencia, nos es enseñado por las personas que conocemos quienes saben tanto o menos acerca de la energía como nosotros. 

La conexión con la energía y la emoción es parte de la vida, pero está limitada por el poco conocimiento que tenemos de cómo funciona la energía en realidad.

Nuestra experiencia de la vida está controlada por la emoción, es expandida o contraída por la emoción y nuestros juicios y opiniones que están basados en las emociones que experimentamos.

Aprendiendo que la emoción es puramente energía en movimiento es la clave para una vida plena y realizada.

Una vez que entendamos las leyes de la emoción, o la energía en movimiento, podremos vivir a través de una asociación energética para crear una experiencia emocional que resuena con nuestro más alto potencial y satisface nuestros más queridos sueños.

Acerca de la autora

Jennifer Hoffman es intuitiva, sanadora espiritual, mentora, maestra y autora, y canalizadora de la energía del Arcángel Uriel. 

Las habilidades intuitivas de Jennifer van más allá de lo psíquico, llendo al reino de la comunicación espiritual, accesando a las almas de sus clientes y su deseo de paz, gozo y amor incondicional. 

Ella es capaz de ver las líneas de tiempo del propósito de las almas, identificar el contrato del alma, describir los bloqueos y marcas kármicas, los patrones negativos, mensajes e imágenes, y de facilitar la ascensión a la milagrosa vibración, donde la vida se vuelve un flujo sin esfuerzo de gozo y satisfacción.

Su habilidad para ver la dinámica del viaje del alma permite a sus clientes obtener intuiciones de cómo lograr su más alta posible vibración, y milagrosa maestría. 

Todo lo que bloquea el camino de esta meta puede ser transformado con nuestra voluntad de cambiar la historia propia, de una conciencia víctima a la maestría espiritual.

En sus lecturas, Jennifer trabaja con el Arcángel Uriel, ángeles, guías y seres queridos difuntos para ayudar a sus clientes obtener claridad acerca del propósito de sus vidas. 

Jennifer ha ayudado a mucha gente durante el Cambio a través de sus excepcionales cualidades intuitivas y consejos, facilitando sus viajes de sanación. 

Jennifer es la fundadora de www.urielheals.com, un centro en línea en la red de internet de sanación espiritual y de crecimiento y dedicado a los mensajes y enseñanzas del Arcángel Uriel.

Información sobre los libros de Jennifer, seminarios en línea y servicios disponibles en su sitio de web, o escribiendo a un correo electrónico a healing@urielheals.com para mayor información.

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