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jueves, 23 de diciembre de 2010

"Enamórate de tu Propio Corazón"



Jeshua (Jesús):
"Enamórate de tu Propio Corazón"
Un Mensaje de Vísperas de Navidad
18 de diciembre del 2010

Yo soy Jeshua, y soy un vasto Ser de Amor quien, en el receptáculo de mi conciencia, - porque Yo Soy uno con mi querida Mary - mantiene para Dios la realidad del corazón de Amor, el corazón de nuestro Creador expresado como la humanidad.

Estoy aquí para evocar en cada uno de ustedes la realidad de su ser -- para ser para ustedes la afirmación de su propio corazón, de toda su gloria, de su ilimitada habilidad de ser el júbilo del movimiento del Amor expresándose a través de ustedes como uno que extiende el corazón del Creador.


Me gustaría pedirles algo, mis muy queridos y amados amigos, ustedes quienes comparten la maravilla de la vida percibida y expresada como este hermoso mundo -- Les pido por favor que se Enamoren de su propio corazón.

'Enamorarse' es otra manera de decir "rendirse" al misterio de qué son ustedes.

Déjense caer al Templo del universo que es su corazón, el centro del torbellino del cosmos, y encuentren dentro de su corazón, mis amados amigos, la más exquisita experiencia de permitir plenamente al Amor que ustedes son convertirse en la experiencia de sus vidas.

Enamórense de su corazón. Cuando digo esto lo que quiero decirles es que 'se dejen caer' sin esfuerzo en los espacios entre pensamientos.

Dejen ir todo límite y percepción del ego, y caigan en el perpetuo lugar de la eterna experiencia del Creador que ustedes son.

El corazón es su verdadera identidad. Los sacará fácilmente del continuo empuje y jala del mundo del ego o de la dualidad en el cual ustedes continuamente buscan ser más de lo que son, o voltean la vista para ver lo que han sido.

Justo al centro de ese movimiento de ida y vuelta hay una perpetua magnificencia del Amor que ustedes son, esperando a traerles una realidad de sólo Amor, de vida más allá del temor, de una vida en la que se enamoran continuamente. 

Al caerse, siempre serán sostenidos suave y tiernamente por los brazos del Creador.

Estos brazos son símbolos de ser sostenidos y queridos y valorados por encima de todo.

El enamorarse siempre de su ser Real es la experiencia de la gloriosa entrega que les trae su libertad.

En medio de su esfuerzo y su recordar, en medio de la apresurada ida y venida a través del tiempo, en medio de la lista de cosas por hacer, y en medio de sus memorias y aquellas cosas que los identifican como ustedes -- justo allí en el centro de todo se encuentra la apertura al Amor que les permite caer en total entrega al poder del Amor que ustedes son y la maravilla y el milagro de su corazón.

Yo les prometo que al enamorarse de su propio corazón, -- no del corazón humano que está tan asediado, que se ve a sí mismo roto y agujereado -- no esto -- pero la verdadera realidad de un corazón de Amor más grandioso que todo, como el sol en el centro del universo estallando en eterno gozo, y la cocreación de las maravillas del Amor otorgadas y multiplicadas. Éste es el corazón que deben explorar cuando se enamoran de su verdadera naturaleza.

Su corazón es el centro de la Totalidad de Dios. Su corazón es el centro del cosmos. 

Su corazón es el vórtice a través del cual la Creación ama. Cuando se enamoran de su propia verdad, la puerta que los conduce al descubrimiento del poder y la ternura, la eterna, extasiada e ilimitada habilidad de otorgar, de expanderse y de ser el corazón de paz será suya. La verdad de quienes son ustedes.

Al enamorarse de su propio corazón, mis queridos amigos, ése es un Amor que compartimos. 

El corazón que puede siempre expresarse como cada elemento del Amor de nuestro Creador, es para siempre un corazón que compartimos. 

Cuando se enamoran y caen dentro de su propio corazón, caen en el centro de la Creación, del universo, y en este Amor somos uno y el mismo. 

Cada corazón es suyo para explorar y celebrar tan profundamente como celebran el suyo propio.

El misterio del corazón de Dios es suyo para desenvolverlo. 

Amándose a sí mismos, su corazón en una tan hermosa entrega los abre al perfecto Amor con todo y con todos, amando todo como se ama al Uno, el corazón del Amor que compartimos.

Amar a su corazón es amar a todo corazón en todos lados. Es amar a cada torrente de Amor expresando desde la Totalidad de Dios. 

Es amar tan perfectamente desde el centro de su universo que están para siempre en el centro del todo, infundidos del invigorante obsequio de la vida. 

Es un corazón que ama a todos y todo al mismo tiempo, siendo suyo, libre para ser el corazón de nuestro Creador y libre para ser el centro, lejos de la tormenta de los constantes truenos del ego, de ida y vuelta, del pasado al futuro.

Al ver a su mente apresurándose continuamente y siendo jalados por ella, esforzándose por alcanzar el despertar espiritual, preguntándose si lo que han sido es lo que los está inhibiendo, recordando las idas y venidas a lo largo del brazo horizontal de la dualidad -- simplemente recuerden que justo al centro de esa senda viaja la mente, y ustedes pueden dejarse caer en la apertura de su elección, cayendo sin esfuerzo como una pluma al viento en su corazón para recordar la experiencia de ser el centro de paz.

Pueden vivir en esta vida que ustedes son, infundidos de tal admiración y gratitud, tan llenos de la gloria que ustedes son que todo lo que el corazón ve es para que ustedes lo amen, aún mientras la mente siga llendo de ida y vuelta y continúe cotorreando.

Enamórense de su propio corazón. Los reto a que hagan esto. 'Salten fuera de la mente' y déjense caer libremente en el Amor.

Véanse a sí mismos como el corazón de Cristo, aquello que llamamos la verdad de la humanidad en una experiencia perpetua de éxtasis donde la vida es movilizada exclusivamente por la gracia, aún mientras la mente del ego prosigue con lo suyo.

Mis queridos y más preciosos hermanos y hermanas, desde mi corazón compartimos esta eterna experiencia de la realidad del Amor. 

Reconozcan que las mismas energías de Creación habitan en el centro de su ser.

Están allí para erguirse con todo Amor de todos lados, en perfecto reconocimiento de la unidad que para ser Amor y estar enamorado del corazón de la Creación es ser amado y estar enamorado de cada ser creado, cada expresión del Todo Lo Que Es.

Enamórense de su propio Cristo, el corazón que es el centro de su ser.

Cuando prendan una vela, quizá para celebrar la víspera de Navidad, me gustaría que reconocieran a su corazón con toda su pureza y su perfección -- no como el corazón de un humano, sino como el corazón de nuestro Creador. 

Aún empezando a usar palabras para describir esta experiencia equivaldría a reducirla al instante a ese reino del pasado y el futuro.

Me gustaría que su obsequio para cada uno de ustedes esta Navidad fuera bajar de la cabeza al corazón, y que reconocieran la magnificencia del Amor que encuentran allí como el corazón de su identidad y su experiencia del Amor que ustedes son. Me gustaría que experimentaran la libertad del Amor, que sean el centro de todo, siempre.

Mientras vivan en el mundo y sirvan en cualquier capacidad que su propósito aquí sea, todo lo que hagan, todo lo que piensan, todo lo que viene a través de su mente sucede contra el telón de fondo de la eternidad, completamente rodeado por su propio corazón y amado verdadera e incondicionalmente. 

Cada respiro y cada movimiento, cada momento de su experiencia sucede en el infinito Ahora eterno, justo en la catedral de Creación que es su corazón.

Enamórense de su propio corazón esta temporada. En ese enamoramiento experimentarán la Luz emitida por el Amor al moverse. 

Cuando se enamoran, ustedes liberan toda limitación confiando que el Amor los sostendrá, y Yo les prometo que así lo hará.

Enamórense, y a medida en que se enamoran todo lo que sea superfluo desaparecerá, y serán puro Amor, abierto y disponible.

Ustedes son la conciencia del corazón de Dios abrazando lo que verdaderamente son ustedes y permitiendo a ese abrazo crear el milagro a medida en que la resonancia del Amor empieza a alinear su mundo y traer su experiencia al centro, guiada entonces desde la fuente del perfecto Amor que es su corazón.

Para ser libres para vivir lo que la vida es no se requiere ir más allá de su pequeña mente. 

Se requiere simplemente elegir 'caerse' al centro de lo que es su vida como la viven día a día en la superficie. 

Al caer, libérense, entréguense, confíen en que su propio corazón es suficientemente grandioso para sostenerlos, vasto suficiente para resonar con profunda paz, una paz conectada con todos y con todo -- más allá aún del concepto de dimensiones o mundos -- donde todo es uno (una unidad).

Allí su corazón es, y allí vivirán en paz y gozo, aún mientras sirven a la humanidad. 

A medida en que viajan por la senda mental del tiempo e investigan las ideas que su mente les ofrece, reconozcan, mis queridos amigos, que pueden caerse -- 'caerse de la orilla del mundo', así como los antiguos exploradores creían que era posible. 

Déjense caer de la barra horizontal de atención de la pequeña mente y los pensamientos. Déjense caer en su corazón, y conocerán el Amor puro tan perfectamente que éste podrá rodear a cada una de las identidades del ego, reconocer su utilidad, su lugar en la extensión del puro Amor, que es quien son ustedes en realidad.

A medida en que se enamoran de su propio corazón, la experiencia es multiplicada y rebota de regreso a ustedes desde la totalidad del omniverso, el holograma. 

Cada reflejo de su perfecta vida llega a ustedes como el puro movimiento de Dios, del Amor que su Creador les ha otorgado para que quizá sientan el éxtasis de que la Creación está más allá de los conceptos de división -- una respiración de Amor que son dos energías moviéndose de ida y vuelta.

Así se enamoran de su propio corazón, y éste les devuelve también Amor usando la expresión de su contraparte divina, y el latido del corazón del holograma canta su nombre, su verdadera identidad y sobre cómo son amados por el Todo Lo Que Es.

Elijan esto para otorgarse a sí mismos este obsequio -- el de enamorarse de su corazón y ver adónde los lleva, de volverse la experiencia de ser libres del tiempo, libres para ser la expresión del Amor de Dios consciente de sí mismo, ofreciendo Amor hacia afuera en paz y en éxtasis.
 
Esta paz, este gozo, esta extática experiencia de Amor será lo que sienten vivo en su corazón cada momento, aún cuando estén usando su mente. 

Entonces la mente será vista en su verdadero contexto y la experiencia del corazón como su verdadera identidad.

Cuando prendan una vela en Navidad, diríjanse a mí y Yo los ayudaré. 

Los empujaré de la barra de equilibrio de la mente hacia la infinita maravilla de la realidad del corazón, que quizá lleguen a conocer su propio corazón y lo conozcan bien -- como aman a su corazón y Yo, como su corazón, los amo.

A medida en que ustedes aman su corazón, como éste es el corazón del holograma, entonces cada aspecto de cada expresión del Amor de Dios los ama también. 

Repentinamente la búsqueda de Amor del ego es vista por lo que es en realidad -- una vacía distracción para mantenerlos alejados de la verdad real de que ustedes son tan amados que toda la Creación los ama de manera pura, tierna, íntima y universal. 

Así que todo ese esfuerzo para ser amados es instantáneamente liberado y ustedes aceptan la verdad de que el Amor no sólo está en todos lados sino que también les llega a través de toda la Creación.

Ustedes son tan amados que con cada respiro se enamoran nuevamente de todo lo que son. Yo seré esa vela, y seré gustosamente aquél quien los empuja al espacio entre pensamientos, al tono de los latidos de su corazón -- fuera del sendero que los conduce a través del tiempo para llevarlos a la gloriosa caída libre al Momento de Ahora, donde el Amor los ama de manera perfecta y cada momento es uno de paz y admiración.

Más allá de toda religión, toda definición, más allá de Dios, el corazón del holograma, el corazón de Dios, el "Cristo", el único corazón que es Amor, que ama todo, ése es su corazón y es el corazón que compartimos.


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